miércoles, 27 de octubre de 2010

El arte, un bálsamo

"El mito al igual que el arte, expresa un tipo de realidad
del único modo en que puede ser expresada. (...)
A través de esas profundas manifestacioens de su espíritu,
el hombre toca los fundamentos últimos de su condición
y logra que el mundo en que vive adquiera el sentido del cual carece. (...)


El hombre, al levantarse sobre las dos patas traseras y al convertir en un hacha la primera piedra filosa, instituyó las bases de su grandeza pero también los orígenes de su angustia; porque con sus manos y con los instrumentos hechos con sus manos iba a erigir esa construcción tan potente y extraña que se llama cultura e iba a iniciar así su gran desgarramiento: habrá dejado de ser un simple animal pero no habrá llegado a ser el dios que su espíritu le sugiera. (...)

El arte es un don que repara el alma de los fracasos y sinsabores.
Nos alienta a cumplir la utopía a la que fuimos destinados. (..)

Y pienso si no será siempre así, que el arte nazca de nuestro desajuste,
de nuestra ansiedad y nuestro descontento.
Una especie de intento de reconciliación
con el universo de esa raza de frágiles, inquietas y anhelantes criaturas
que son los seres humanos.
"


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